Rolleiflex Automat k4a

 

Esta es la tercera generación de la Rolleiflex 6×6 Automat, este sistema patentado se introdujo por vez primera en el año 1937 durante la exposición universal de Paris. Hasta entonces, los fotografos tenían que poner la película y mirar por detrás del dorso a través  una ventanilla roja donde se veía impreso el numero del fotograma y parar en el lugar exacto para la primera toma. Este sistema incorpora unos rodillos a través de los cuales hay que pasar el papel (el primer extremo del rollo 120 es solo papel) y una vez cerrada la puerta, este mecanismo se encarga de detectar el grosor de la película y detener el contador en el lugar exacto donde se sitúa cada uno de los 12 fotogramas, esto parece una tontería pero es de muchísima utilidad y muy rápido  para usar la cámara en labores de reportaje; no en vano la Rolleiflex fue durante décadas la cámara de los fotoperiodistas de todo el mundo, en parte gracias a esta rapidez de uso.

Después de estas Rolleiflex Automat vino toda la saga que tanta fama ha dado a la marca;  que sigue produciendo modelos en base a este principio y que hoy en día cuestan mas que algunos coches. La pregunta mas frecuente es si se puede conseguir un resultado similar hoy en día con una de estas clásicas y la respuesta es que si, sin duda, solo tendremos que hacernos con una cámara que reúna las condiciones necesarias, sobre todo será primordial el estado de la óptica, limpia, transparente y con el revestimiento intacto y el obturador que es un Synchro-Compur que este suelto y con energía. Y si no es así, se puede poner a punto por muy poco, es frecuente que las compren en mal estado y me las envíen para revisarlas porque con una buena revisión, todas vuelven a la vida.

Estas Rolleiflex se pueden encontrar con tres objetivos distintos, todos ellos de sobrada calidad si reúnen las condiciones que apuntaba anteriormente. La de la foto de arriba lleva un Tessar (ojo de anguila) 3.5/75mm multi revestido, pero se puede encontrar también con el Xenar o el Opton, todos de similar diseño de 4 lentes y de idénticas características siguiendo el diseño original de 1902.

 

En la mano es una delicia de usar como cualquier TLR de Franke&Heidecke. Se nota que es una cámara de las de gama alta dentro del catalogo, ya desde la carga del film con el rapidísimo sistema patentado Automat. Al desplegar el visor nos muestra su pantalla de enfoque con el brillo justo para discriminar muy bien el foco sin la ayuda de lupa y con buena cobertura incluso en las esquinas, la de serie incluye trama cuadriculada para ayudar en la composición de lineas verticales y horizontales; carece de ayuda por telémetro por lo que si necesitamos ajustar el foco fino tendremos que desplegar la generosa lupa que va unida a un parasol que evita la entrada de luz parásita en la pantalla. Tiene también otras dos ayudas, una  al enfoque, con un sistema de subespejo interno que permite el foco fino a nivel del ojo (con inversión vertical) y una para encuadre directo también a nivel del ojo.

El mando del enfoque es de dimensiones y tacto intachables, generoso y sedoso, rápido, con 1/4 de giro pasa de infinito a 2,5m. Enfoca a una distancia mínima de 90cm sin ayudas ópticas y con los Rolleinar 1 2 y 3 se puede hacer autentico Macro con ella ademas de ser muy útil para primeros planos en retrato, sobre todo el Rolleinar 1.

Este modelo fue el primero en incorporar un bloqueo del valor de exposición EV, de modo que una vez seleccionado, podemos mover indistintamente el mando de la abertura o el de las velocidades seleccionando múltiples combinaciones de abertura y velocidad equivalentes que aparecen en la ventana superior de valores conjuntos. Para el calculo de la exposición tenemos en el dorso la famosa regla Sunny 16.

No tiene fotometro incorporado, pero su bayoneta de accesorios permite el uso del maravilloso Rolleilux, del que podremos extraer los valores EV y trasladarlos a su sistema semi automático de exposición.

Dispone de bayoneta R I para uso de múltiples accesorios como los que citaba  ademas de filtros , parasoles y fotómetros. Los accesorios de Rolleiflex no son nada asequibles, pero los de bayoneta R I son los mas baratos que se pueden encontrar.

Por algo mas de lo que cuesta una Rolleicord (mas o menos el doble) dependerá de el estado y las condiciones técnicas, se puede conseguir una de estas tardías Rolleiflex, esto ya es una cámara seria de Formato Medio y con todas las garantías de éxito. Se le puede hacer un upgrade de pantalla en taller porque el visor y la pantalla no son intercambiables como en las mas avanzadas y con una pequeña inversión se puede llegar a un nivel de confort que nada tiene que envidiar a los modelos mas altos de gama.

Mención especial merece el objetivo, y es que esta revisión del Tessar es sin lugar a dudas lo mejor de esta cámara, con el poder de resolución de siempre y con un control del color realmente abrumador. En B/N las transiciones son mágicas, carece de esa suavidad en los bordes que tienen los Planar, porque una de las características del diseño Tessar es que es nítido a rabiar de esquina a esquina, pero no eleva el contraste en ningún momento, las altas luces aguantan estoicamente por mas que nos empeñemos en quemarlas y las sombras no empastan fácilmente. Tampoco tiene la belleza de la parte fuera de foco de los Planar (bookeh) pero tiene una pegada impresionante; y si te acercas con el, esa parte fuera de foco gana en belleza a medida que te aproximas a la distancia mínima de foco. No hay que temer a acercarse con las Rolleiflex, ya sea con o sin los Rolleinar, las distancias próximas no son ningún problema para estos Carl Zeiss.

 

Todas las imágenes de muestra se tomaron con Fujifilm Neopan Acros 100 caducado 3 años y se revelo con Rodinal 1+50 para mitigar en parte la gran pegada que tiene el Tessar.