Aunque ultimamente se ha puesto por las nubes, la Leicaflex ha sido siempre una de las cámaras mas denostadas de todo el catalogo de la firma, se decía de ella que era grande, fea y torpe, entonces se la comparaba con las Asahi o las Nikon de la época y comprendo perfectamente lo que se decía porque no disponía de avances y ayudas que en las cámaras japonesas hacia años que se tenia y metidos en la vorágine tecnológica de siempre, la Leicaflex parecía un anacronismo de la técnica y lo cierto es que ha tenido que ser pasado ya mucho tiempo, cuando la historia ha venido a situar a esta cámara en su lugar (como siempre) a medida que sus competidoras han ido muriendo irremediablemente. Es curioso, como lo que nunca valió prácticamente nada pasa como por arte de magia a valer una pequeña fortuna.
Mucha gente no sabe esto, pero la Leicaflex supuso un punto de inflexión en la historia de la fotografía, la disposición de los mecanismos encargados de medir la exposición no había donde meterlos, las soluciones adoptadas por Canon y Nikon se ha demostrado que eran erróneas ya que años después sucumbieron a la solución de la Leicaflex después de dar tumbos con los Photomics y otras historias.
Hoy en dia, prácticamente todas las Leicaflex fabricadas siguen funcionando como un reloj suizo, como al resto de hermanas de la fabrica, les basta una simple revisión para poner todos sus mecanismos en orden de marcha y que funcionen como el primer día, son sencillas de manejar como todas las Leica, pero esconden un derroche de ingeniería mecánica en su interior, como todas.
La Leicaflex SL es una cámara réflex mecánica con exposición manual y medición de la exposición con fotómetro TTL selectivo o puntual que corresponde exactamente con el circulo de microprismas que hay en el visor, la medición se efectúa a través de un ingenioso sistema de espejo semi translucido como el que usan la mayoría de réflex digitales de hoy en día, lo cual indica que no iban muy desencaminados los de Leitz ya en los años 60. Dispone de ayuda al enfoque por microprismas, de control de la profundidad de campo y de sistema de retardo del disparador. La norma ISO es regulable entre los valores 12 y 3200 con fracciones de hasta 1/3, lo que nos permitirá usar todas las películas del mercado.
La información sobre la exposición en el visor es muy sencilla, una escala de velocidades que nos indica la seleccionada y una aguja que nos indica la exposición correcta cuando entra en el circulo marcado, no hay nada mas y no se necesita nada mas. El medidor se activa sacando la palanca de arrastre de su posición de bloqueo y se desactiva volviéndola a cerrar, la misma palanca sirve de interruptor.
En la mano la sensación es la inequívoca de estar usando un producto de la factoría Leitz, es una cámara muy grande y muy pesada así como los objetivos de su serie, normalmente junto con el objetivo suele dar la sensación de equipo contundente, tienes la sensación de estar ante un autentico tanque de la fotografía y en realidad es así, es un aparato muy robusto y muy resistente, el tacto es ese tacto sedoso de todos los productos Leitz, todo tiene un pulido exquisito que hace que (pese al gran peso) en la mano se sienta como un guante, el avance de la película (imposible hacerlo mas silencioso), el disparo y todos los movimientos mecánicos como el paso de velocidades o diafragmas están claramente marcados y no hay lugar al error accidental, todo esta donde debería. La imagen en el visor es muy brillante, mas incluso que en todas las R posteriores, el anillo de microprismas es magnifico, no se echara en falta la ayuda de imagen partida.
Ojo con lo que compramos porque estas cámaras tienen un problema muy común y es un fallo en el reten de carga de la obturación, es relativamente fácil y económico de reparar, pero hay que tenerlo en cuenta.
Mi primera Leicaflex la compre en el año 1988, me la cambio mi amigo Marcos Calucho por alguna cosa de Olympus, no recuerdo bien lo que fue, quizás una OM4, le dimos un valor ridiculo como correspondía a aquellos tiempos y hoy en día el valor de la Leicaflex probablemente este muchas veces por encima del de la Olympus. Ya me lo decía Marcos, «Juan que esto vale mucho mas de lo que cuesta», que razón tenias amigo…
Yo soy de un solo objetivo, no me gusta andar cambiando continuamente de óptica y seguro que con el abanico de lentes Leitz disponibles encontrareis la que mejor se adapte a vuestro estilo, en la foto la SL viene con el mítico Summicron-R 2/50 una autentica locura en definición y contraste, perfectamente a la altura de su hermano M. Yo os recomiendo que la compréis con este por varias razones, es el mas económico y es el mejor junto con el Elmarit 35 de la misma serie, el resto de ópticas son mucho mas caras y muy pocas están a la altura de estas dos.
Podréis usar la película que os venga en gana, estos objetivos están en la cumbre de las prestaciones ópticas, el rendimiento en color o en B/N es abrumador, en combinación con una película de grano fino y buena saturación, el resultado es de otro planeta. La pena es que hay que gastarse una pasta ahora mismo para conseguir una en estado impecable.
5 octubre, 2019 at 7:02 pm
Tengo la Leicaflex y sigo coincidiendo contigo Joan. La mia es el primer modelo, la Leicaflex a secas (sin SL), por su número de serie averigué que fue fabricada exactamente el mismo año de mi nacimiento, pero tengo que reconocer que se conserva mejor que yo, está impoluta, su antigua dueña me la vendió (casi regaló) a principios del milenio, una fotógrafa alemana con la que trabajé un tiempo y que como estaba ya muy mayor le pesaba demasiado esta cámara. El caso es que tuvo que usarla muy poquito porque está practicamente igual que cuando la compró en los años 60, como recién desprecintada de su caja original. Me la vendió junto con tres opticas impresionantes, el Summicron 50 mm que mencionas, un Elmarit 135 mm, y un impresionante Telyt 250 mm.
De todas las cámaras de 35 mm que tengo (que no son pocas) es la que tiene el visor mas claro, es simplemente impresionante. Siempre me he preguntado por que en versiones posteriores de Leica-R no consiguieron esa claridad.
Para mí, esta cámara tiene una incompatibilidad, por lo que jamás la sacaré para hacer fotos de deportes de balón. Al ser zurdo de vista (que por cierto es una gran ventaja en las tomas verticales), cuando hago fotos con ella mi ojo derecho queda exactamente a la altura del arrastre de la pelicula. Esta cámara para accionar el fotometro hay que desplegar la palanca de arrastre, y esta queda completamente desplegada en un angulo de 90º en la misma vertical de mi ojo, con lo que si en el momento que estoy midiendo con el fotómetro me dan un balonazo en la cara, me quedo tuerto, fijo.
Por lo demas, no tengo que repetir lo que ya has mencionado, es lo que vulgarmente diriamos, un camarón del copón.
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